jueves, 16 de enero de 2020


2019 - MonstruariO: capítulo #07 / "A Klip-Kat sediento"

A Klip-Kat sediento,
erguido sin sueño sobre piedra sombría,
escapando al frío aliento,
pesado,
convexo su vientre,
erguido sin sueño,  monstruosa alegoría.

A Klip-Kat invoco,
por miedo, arrogancia o simple embrollo,
de lo que quede  en el fondo,
sumergido, anegado encono,
venganza de un ogro,
por miedo, huyendo a la muerte y su escoyo.

Klip-Kat en incubo emerge,
sus fauces de mero, sus ojos de araña,
cristales mohosos,
mercurio enjaulado,
potente susurro,
sus fauces de muerto, la vida que empaña.

Acepta, Klip-Kat, creencia sumisa,
de cómo te adoran, ofrendas macabras,
relámpagos agrios,
tendones resecos,
aberrantes cantos,
de cómo te adoran, las puertas nos abras.

RV 2020




jueves, 9 de enero de 2020


2019 - MonstruariO: capítulo #06 / "Sobre sólido polvo de estrellas"

Sobre sólido polvo de estrellas,
se cruzan los pasos dispersos,
de avanzadas patrullas rastreras,
de posibles combates  inmersos.

Se ven a lo lejos cruzar,
a manera de vuelos  fantasmas,
vibrantes figuras danzar,
en el cielo espejado entre armas.

Se alejan y traga el horizonte,
se funden en confuso escenario,
se escapan y pierden al norte,
en sombrío porte mercenario.

Y desde lo alto de las colinas,
divisé el serpenteo latente,
el árido trayecto de espinas,
chirrido de latas permanente.

Será que nunca volvamos a verles,
será que sus pensamientos perdidos,
les guíen cual entregados bajeles,
a la deriva en grises sueños sumidos.

No existen, aquí no están más,
esqueletos con vida menguante,
descargan su ira en la paz,
suspendida en espacio ausente.

Poco tendremos en este banquete,
oxidado de lujos  sin gusto,
si no los devora sorpresiva muerte,
y nos hiere el caballero adusto.

¡Misericordia que imploren los necios!,
los que creían superfluo  motivo,
mercaderes que imponen los precios,
impulsados por un dios esquivo.

Ahora las hordas se marchan,
el choque de latas se esconde,
lo traga la arena  que emparchan,
con huellas de héroe sin nombre...

Sumiso es mi pensamiento,
sumiso y en claro desdoble,
sumiso seré si no miento,
y el miedo justifico noble.

Sobre sólido polvo de estrellas,
mesetas hundidas a greba,
pesadas y odiosas querellas,
socaban y rompen la regla.

Respondo a mi ácida calma,
esa que en forma violenta,
me exige que empuñe el arma,
y mate desventura lenta.

Ahora ya todos se marchan,
estáticos como una estatua,
postura de lanzas que manchan,
el alma de incauta  perpetua.

No voy a volver  a mis pasos,
aquellos de ágil manejo,
distantes de torpes ocasos,
movido como un aparejo.

Sobre polvo de estrellas  bacías,
sobre cantigas de un rencoroso,
contrapunto de notas hastías,
melodía en declive penoso.

Escondidos sin cota de maya,
deleitosos sobre los escoyos,
acaparan y tienen a raya,
su embestida grosera en los hoyos.

La señal por fin será dada,
la carga brutal con estrépito,
estrategia urdida y pensada,
al creer en un combate épico.

Desde aquí, en lo alto me escondo,
sobre sólido polvo de estrellas,
perpetuando en el miedo más hondo,
a la luz que las vuelve más bellas.

¡Qué resuene el acero en combate,
prodigioso y violento embate!
¡Qué se sienta urdir entre el fango,
una espada oxidada  y sin mango!

Son las chispas del choque reflejos,
como estrellas flotando en el polvo,
los destinos se hacen complejos,
y la suerte se bebe de un sorbo...

No son más que simple melodía,
los recuerdos de cargas sin gritos,
que el galope a la tierra mordía,
y los cadáveres se iban sin ritos.

Sobre sólido polvo de estrellas,
he acuñado mi frágil destino,
estancada la huida que sellas,
olvidando mi parco camino.

Ni lo necios ni los inmorales,
ni aquellos de noble coraje,
ni guerreros clementes, formales,
ni tan solo un tímido paje...

Sucumbir bajo el cielo estrellado,
amoldar los huesos a las piedras,
empuñando un sable mellado,
esperando lo cubran las hiedras.

Ya no escapo, ni bebo, ni lloro,
soy  apático canto y desdeño,
de aquello que aún grito e imploro,
lo que llevo grabado en el seño.

Las tormentas de arena traerán,
en silbido de triste registro,
lamentos tediosos que harán,
de cada soldado un Cristo.

Sobre polvo de estrellas negras,
recostadas a lunas viajeras,
se despliegan las velas en vergas,
navegando en vidas ajenas.

RV 2020