jueves, 31 de octubre de 2019


 Los Viajes de Pingusio, capítulo #10: "De vuelta a casa"

 Cuando el terreno se volvió tan hegemónico y aburrido debido a planicies inmensas de rocas y arena, Pingusio sintió el deseo de pegar la vuelta, transcurrir las próximas horas de vuelo reordenando recuerdos a vuelo rápido y sin escalas.
 No hubo dudas, y si bien describió una curva abierta y bastante lenta, una vez posesionado en la ruta directa hacia su hogar, el mismo no mermó ni un segundo su dinámica. Pero la cuestión radicaba en ese reordenamiento de experiencias, sus conclusiones y posibles coletazos que pudiesen gravitar sobre sus actos futuros.
 Los datos recabados, al ser compartidos con los miembros de su familia, Oulx, Mangusio, Muki y una recién llegada durante su ausencia a la que llaman "Chiquita", serían a su vez desclasificados y nuevamente ordenados para su posterior consulta.
 Desde la altura, Pingusio vio que los árboles se desparramaban de forma bastante homogénea, formando montes circulares y aislados a distancias similares, entre la arena clara salpicada de piedras oscuras, y en contraste con lo dicho anteriormente, esparcidas de manera absolutamente caprichosa. Pingusio creyó encontrar en aquellos ritmos de texturas y colores que abarcaban todo hasta el horizonte la lectura de su viaje, su traslación en el espacio. Las anécdotas, también contagiadas por el paisaje y colgadas en el tiempo, se mezclaban como hojas de un follaje convulsionado por la tormenta, y se confundían haciendo difícil su conexión.
 Pero este pequeño conflicto que asaltó a Pingusio durante el retorno, en nada alteró sus ansias de contar  todo lo ocurrido una vez en su hogar, pero sí comenzó a minar el colosal muro con el que construyó sus conclusiones. Pensó que en cada historia vivida, él había sido un simple espectador, y que cualquier  fenómeno destacable, una suerte de acontecimiento en el que él no tenía gravitación alguna.
 Un manto verde de prados comenzó, poco a poco, a tragarse la arena y volver el paisaje familiar; luego los valles cubiertos de plantas y recortados por ríos que corrían entre ellos reflejando el cielo anaranjado, contaminado por el atardecer.
 No sin cierto escalofrío, se sintió orgulloso por este vuelo de largo alcance, y el recuerdo de situaciones tenebrosas hacían más formidable esta sensación de regocijo. Vislumbró su comarca, y mantuvo su fabulosa visión en la lejanía, donde un acantilado pedregoso y casi sin vegetación aún estaba iluminado por una franja de luz recortando las cimas geométricas contra el cielo salpicado de estrellas tintineantes.
Así continuó durante casi media hora, sin quitar la mirada de aquel lugar donde  ahora apenas la luz se escapaba haciendo brilloso el contorno de las colinas... ¡No era para menos, Pingusio llegaba a su casa! Vio la ventana de la gran sala abierta y percibió la noche entrando con el aire fresco de los montes fantasmales y el aliento moribundo de la tarde.
 Ya no agitaba las alas, apenas se balanceaba para lograr la dirección deseada, con las alas extendidas y con un planeo que se descubría cada vez más veloz a medida que se acercaba al suelo. Retrajo las alas y puso el cuerpo vertical, aleteó y extendió sus patas de garras aceradas... tocaba suelo sobre una roca a un lado de su casa. Se detuvo, recogió completamente las alas y sin bacilar, se dirigió a la puerta disimulada entre una extensa grieta entre las piedras. El brillos de los ojos de Muki, el perro silencioso y de porte tenebroso, se dispararon en la oscuridad de la sala, aún poco iluminada como si no se hubiese enterado que anochecía. Sintió pasos que venían a su encuentro... la voz de Oulx, alegre, decir su nombre: "¡Pingusio!"...
 Creyó ya haber vivido aquel momento, y cuando esta idea le reproducía un escenario supuestamente vivido como el recuerdo de un sueño, entre sus familiares vio a una extraña que dedujo sería "La Chiquita". Entonces volvió al formato del explorador aventurero, y se salía de sí mismo por empezar a contar cada cosa vivida...
 Había flores en un recipiente negro, tan oscuro que parecían flotar en el aire. Esto también era nuevo.

RV 2019