viernes, 24 de enero de 2014

Historias aberrantes - Capítulo #1: "Las visitas de Godofredo".

Lunes 18 de abril: Es la trercera vez que sobrevuelo la mansión de los Máustin, y a este punto Godofredo a emergido del bosque, y desde el bosque ensordece el canto de los pájaros. Otra tarde de coloquios secretos a los que el Intendente intentará capturar, indagar, cuestionar: es obsesivo.
 No puedo volver a la base y hacer un informe donde nuevamente escriba que "el sospechoso se ha acercado a la mansión de Piter". Los motivos por los que me niego a hacer esto son dos, pero bien podría reunirlos en uno: el jefe me amenaza con postrarme detrás de un escritorio si no soy capaz de observar nada diferente desde lo alto, y además, que mis reportes no pueden decir siempre lo mismo. Por otro lado su hija Mellinda y yo estamos saliendo desde hace una semana y ella está muy entusiasmada. Yo también, lo admito, aunque también confieso que por momentos me exaspera cuando comienza a hablarme de comadrejas y aves que llegan al laboratorio donde trabaja. Siempre le hago la misma broma cuando aborda el tema: "cuando capture a Godofredo in fraganti, te lo llevo para que lo vacíes y rellenes de algodón". Se ofende, es Taxidermista y me acusa de no respetar su oficio. Sin embargo aprecio mucho lo que hace, gracias a ella y gente que se dedica a lo mismo, podemos ver animales salvajes de cerca, casi en posiciones naturales, que de otro modo sería practicamente imposible hacerlo. (Todavía no me la cogí, por lo que dejen de indagar con la mirada).
 Miércoles 23 de abril: Piter "Capotita" Máustin no ha abierto su ventana hoy, por lo que Godofredo apenas se apartó del espeso follaje. (Debe haber visto los cristales reflejando los árboles y esto no le debe haber causado gracia).
 Jueves 24 de abril: Mi Jefe, el Sargento Lukanor, no ha venido a la base. Aqueja una fuerte jaqueca. Los aeroplanos permanecieron en los angares, nadie se ha movido hoy de la oficina. Según Rosmarie, su secretaria, "en varias ocasiones ayer por la noche ha sido llamado por el Intendente exigiendo se le tenga al tanto sobre el caso Godofredo". (¿Qué hacía Rosmarie en casa del Jefe a esa hora? ¡Ah!).
 Domingo 13 de mayo: Un desperfecto en la bomba de aceite de mi aeroplano me ha obligado a interrumpir el reconocimiento diario sobre la propiedad Máustin. Al virar pude contemplar a Godofredo entre un claro del bosque: parecíe acarrear recipientes de vidrio con gran fatiga. Presté atención a su piel que brillaba de forma particularmente alarmante, me hacía recordar algo. Cuando aterricé en la base, observé los lentes oliva de Ramón, uno de los mecánicos. Los asocié a aceitunas y rápidamente mi recuerdo tomó contacto con Godofredo y encontré gran similitud entre su piel y la de las aceitunas. (Mellinda pasó el fin de semana en lo de su prima Gladise).
 Lunes 14 de mayo: El Intendente envió a su ayudante Luís  a la base. Pasó el día allí, en silencio y expentante. El Sargento Lukanor estaba muy nervioso y en dos ocasiones trató de "Luisito" al bastardo. (Yo tuve día libre y pasé a buscar a Mellinda, fuimos a la fuente de las lanchas y le metí mano de lo lindo).
 Martes 15 de mayo: Ayer de noche se notificó vía telegrama sobre "inquietantes bramidos que surgían de bosques aledaños a la finca Máustin". La policía se hizo presente y desde el portón se alumbró con recelo la zona empleando focos de gran potencia. Nos visitó el "culo-roto" de Luisito: habló con el Jefe durante unos veinte minutos en su despacho. Lo hizo en voz baja, pero alcanzamos a escuchar al Sargento decir algo así como "comprendo de qué se trata" o "me diga de qué se trata". (Mellinda discutió con un colega y de los nervios se le calló al suelo un Mandril bebé sobre el que trabajaba y lo arruinó. No pude verla).
 Martes 2 de junio: Hoy la chimenea de los Máustin escupía humo que parecía una fábrica al tope de actividad. Este reporte fue bien recibido por mi Jefe quien se apresuró a llamar al Intendente desde su despacho, a quien le dijo en varias ocasiones "lo tenemos". (Me acosté temprano, no pude llamar a Mellinda porque hubo corte energético en la ciudad a raíz de una misteriosa sobrecarga).
 Jueves 4 de junio: Godofredo nuevamente se hizo presente frente al ventanal que da hacia el frondoso bosque. Fue de las visitas más largas, y gracias a este detalle no menor, obtuve una gran cantidad de fotografías. Por desgracia, una vez reveladas, dejaron al descubierto la lejanía con la que Piter se aproxima a la ventana: apenas pueden observarse sus bonitos zapatos. (Hoy el Jefe tampoco vino).
 Sábado 6 de junio: ¡Piter "Peluca" Máustin parece tomar la iniciativa: surgió temprano al despuntar el alba desde el bosque! ¡Corrió en línea recta atravesando el basto parque hasta introducirse como un Coala en su guarida! (Nadie vio a Godofredo).
 Domingo 7 de junio: ¡Los acontecimientos se precipitan! Rosmarie fue sesada de su cargo por orden directa del Intendente. (Todos creemos que "Luisito" tuvo algo que ver en esto). Godofredo introdujo su cabezota por la gran ventana de la mansión Máustin. Es obvia la intención de no ser fotografiado ni filmado mientras hablaba con Piter, evitando que expertos puedan leer los labios y así saber lo que decía. (Me enteré por Mellinda que el desperfecto eléctrico del otro día se debió a un gato, que murió calcinado al introducirse en la usina estatal. Tuve ganas de bromear sugiriéndole rellenar con carbón al gato si éste le llegaba a su loaboratorio. No lo hice pues no deseo irritarla: esto solo acarrearía más problemas  a nuestra relación y  alejaría mis posibilidades de clavármela).
 Martes 9 de junio: Una grosera balacera me sorprendió esta mañana al volar sobre la mansión Máustin. Deduje que Godofredo pernoctó allí, puesto que al inicio de las operaciones de reconocimiento (0700 horas), todo permanecía en sepulcral silencio, y a las 1036 horas comenzaron los tiros y al rato Godofredo surgió como una lagartija espantada desde la puerta misma de la casona en dirección del bosque. Probablemente herido, el enorme renacuajo se escabulló con el fin de resguardarse de los impactos de bala. En ningún momento se vio a Piter y tampoco puede afirmarse que haya sido él quien disparó el arma. (Quedé con Mellinda para este viernes: iremos al Parque Anselmi en la tarde, al anochecer iremos al cine a ver "¡Quédate con tu sirvienta!", película de gran taquilla, y por la noche, luego de cenar, ¡casi seguro que me la garcho!).
 Miércoles 10 de junio: ¡El caso "Godofredo" tuvo un desenlace fatal! La Policía inrrumpió en la mansión Máustin a las 0215 horas, luego de que llegara al Cuartel de Bomberos de Pircovt una alarma de incendio en dicha propiedad. Si bien la llamada fue anónima, en un primer momento se sospechó que haya sido realizada por el mismo Piter. En la casona, casi destruida, fue imposible salvar documentos u objetos que pudiesen relacionar a Godofredo y Piter con la red de senadores que pretenden desestabilizar al gobierno Municipal. Pero Godofredo fue encontrado muerto entre el follaje: apenas si pudo arrastrarse dos metros dentro del bosque, agonizante como un Tiranosauro, para quedar inerte bajo bajo el peso abismal de la muerte. Se le practicó la autopsia en el lugar. A todo esto, hoy de mañana se emitía una orden de captura por Piter "Catana" Máustin, la cual quedaría sin efecto a las 24 horas. Yo llegaba tarde después de una noche de sexo agobiante. Mi puesto había sido tomado por un compañero pero apenas sobrevoló zonas aledañas al perímetro de la propiedad Máustin. Me retiré al angar a realizar tareas de mantenimiento en algunos aviones y allí Ramón me puso al tanto de lo ocurrido. No me moví de allí por temor a cruzarme con el Sargento Lukanor. (¡A Mellinda le di duro y parejo!)
 Jueves 11 de junio: La autopsia reveló un aterrador caso de muerte y engaños: a medio digerir, dentro del estómago de Godofredo, yacía una pulpa amorfa que más tarde se desprendió en dos y de la que fueron identificados como Piter "Tachuela" Máustin, de 58 años, y Rosmarie Revellers Chacona de 43 años, ambos solteros. También (y algo derretido por los jugos gástricos), un revólver calibre 38mm con seis casquillos detonados en su tambor. El caso fue cerrado. El Intendente envió a "Luisito" a congratular la labor del Sargento Lukanor. Creí apropiado aprovechar la algarabía para informarle de lo mío con su hija, y esperé pacientemente que el lacayo del Intendente se retirara. Al entrar a su despacho, cambié de opinión. Melancólico, algo ebrio, sentado desprolijamente entre papeles que se desparramaban por el escritorio, desde allí atrás, hundido en su sillón, el Jefe contemplaba una foto de Rosmarie. Las lágrimas le corrían de forma grotesca a los costados del enorme boniato que tenía por nariz, para luego saltar desde el crinado bigote y desaparecer en su recorrido en picada hacia el suelo.
-¿Qué sucede, Telurio? -Me preguntó con tono suave y paternal.
-Nada, Sargento. Puede esperar.
 Hice un gesto con la cabeza y me retiré sin hacer sonar la puerta al cerrarse. No era el momento adecuado, aun si tuviese su aprobación por estar de novio con su hija. Era aberrante la imagen y angustiante verme envuelto en una situación similar, por lo que volqué mi energía al soleado día de "Licencia especial" de la que gozaba todo el personal.
 Brindaba con mis colegas pilotos y con Ramón, me alegraba saber que luego estaría con Mellinda, pero en el fondo, algo me angustiaba. No se si era el llanto mudo de mi Jefe, su postura depravada y entregado a la tristeza más absoluta, creo que no era solo eso. Pero cuando salí de la base y miré hacia atrás, la rotación de la hélice de un avión me dio la pista y llegué, como cuando encontré la similitud entre la piel de Godofredo con las aceitunas, a entender  de qué se trataba. Y era la tétrica y brillante condecoración que el fracasado esbirro lucía en su solapa desaliñada.

RV 2013.